Del 17 de febrero al 9 de marzo, se llevó a cabo una visita fraterna muy especial del Superior General a las comunidades de la provincia Colombia, Ecuador y Panamá. Esta visita permitió un acercamiento entre el Superior General y los hermanos de estos países, fortaleciendo los lazos de fraternidad y compartiendo momentos de reflexión y esperanza para la misión apostólica.
El viaje comenzó el 17 de febrero, cuando el Superior General llegó a Bogotá en horas de la noche. El 19 de febrero, se trasladó a Quito, Ecuador, donde se reunió con los cohermanos y tuvo una charla en la que expuso la carta anual, compartiendo los deseos y esperanzas para la obra apostólica. Este encuentro también fue una oportunidad para escuchar las inquietudes y aspiraciones apostólicas de los hermanos, quienes expresaron sus anhelos por una misión cada vez más fiel y comprometida.
El día 20 de febrero, el Superior General sostuvo una reunión con el Arzobispo de Quito, Alfredo José Espinoza Mateus, mostrando el interés y el compromiso de la familia paulina con la Iglesia en la región. Posteriormente, se reunió con la familia paulina en Ecuador, fortaleciendo los lazos de unidad y apostolado.
El día 21 de febrero, el Superior General regresó a Bogotá, donde el 22 de febrero se reunió con la comunidad del teologado, quienes lo recibieron con gran expectación. Durante esta reunión, les compartió nuevamente la carta anual. Ese mismo día, en la tarde, se reunió con las hermanas Pías Discípulas, con quienes compartió momentos de oración y reflexión.
El 23 de febrero, el Superior General celebró la Eucaristía con las hermanas paulinas en la mañana, un momento de profunda espiritualidad y comunión. Después, visitó a las hermanas pastorcitas, brindándoles su apoyo y animándolas en su vida y misión apostólica.
El 24 y 25 de febrero, el Padre General compartió con la comunidad provincial, celebrando la Eucaristía y presentándose a los fieles, quienes lo recibieron con gran alegría.
El día 26 de febrero, el Superior General emprendió el viaje hacia la comunidad de Medellín, Colombia, donde compartió con los cohermanos, alentándolos en las actividades apostólicas y ofreciéndoles palabras de ánimo y esperanza para su misión. Después, el 28 de febrero, regresó a Bogotá para continuar con las actividades programadas.
El 1 de marzo, el Superior General concelebró la Eucaristía con el Señor arzobispo de Bogotá, Luis José Rueda Aparicio. Ese mismo día, por la tarde, toda la familia paulina se reunió en la comunidad de la 170 en Bogotá para realizar un retiro espiritual. En ese ambiente de oración y reflexión, se vivió una experiencia de gran alegría y unidad, fortaleciendo los lazos entre todos los miembros de la comunidad.
El 2 de marzo, el Superior General se reunió con los cohermanos de la comunidad de la 170 en Bogotá, y en la tarde acompañó a los juniores que recibieron sus ministerios menores, un momento significativo en su camino hacia el sacerdocio.
El 4 de marzo, realizó una peregrinación al Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, Patrona de Colombia, un acto de devoción y agradecimiento por todas las bendiciones recibidas durante su visita y encomendando a los paulinos a su protección.
El 5 de marzo, el Superior General viajó a la comunidad de Panamá, donde compartió con los cohermanos, visitó las librerías y recorrió la parroquia que los paulinos están administrando en la ciudad. También se reunió con el Arzobispo Metropolitano de Panamá, José Domingo Ulloa Mendieta, estrechando los lazos de colaboración y misión.
El 7 de marzo, regresó a Bogotá para reunirse, el 8 de marzo, con los directivos y jóvenes estudiantes de la obra apostólica Fundación Universitaria San Pablo (Unisanpablo). Con cercanía y palabras de ánimo, les comunicó lo valioso de la fe y del carisma paulino para afrontar los desafíos de la vida.
Finalmente, el 9 de marzo, el Superior General partió hacia Italia, concluyendo una visita llena de momentos fraternos, espirituales y de renovación apostólica.
Damos gracias a Dios por tan maravillosa visita y oramos con devoción por nuestro Superior General, pidiendo que continúe guiándonos con sabiduría y amor en nuestra misión.